Sebastián Gamundí Boscana fue el primer arquitecto de Llucmajor (Mallorca), su localidad natal.
Doctor en arquitectura por la Universidad de Barcelona y propietario de la possessió de Son Penyaflor junto a su esposa.
Protegiendo toda su esencia, restauró la finca habilitándola como vivienda para la familia y proyectó los jardines, con varias estancias para disfrutar del aire libre, resaltando la importancia del paisaje tan característico de esta zona.
Su amor por el arte le llevó realizar esculturas y a dedicar muchas horas a la pintura, tanto en su estudio como en los jardines donde se encuentran repartidas varias de sus obras.
El agroturismo surge de la idea de dar uso y optimizar una parte de la finca con gran potencial, destinada tradicionalmente al ganado y a los caballos. A través de la restauración se buscó realzar su carácter rústico y pintoresco, dando la oportunidad al viajero de conocer la Mallorca más profunda.
En el Agroturismo Son Penyaflor, inaugurado en marzo de 1995, se puede contemplar con carácter permanente una selección de sus óleos, pasteles y acuarelas.
Sebastián Gamundí fue autor de otros proyectos de restauración, muchos de ellos en edificios emblemáticos, siendo el más destacable la Catedral de Palma de Mallorca junto a su Museo Diocesano.
Guardamos en nuestra memoria unas palabras dedicadas a Sebastián Gamundí, del que fue Obispo de Mallorca, Mons. Teodoro Úbeda, que nos alientan e inspiran:
“… de nuestro Arquitecto Diocesano, el cual viene sirviendo a la Iglesia de Mallorca con una generosidad sin límites y una calidad excepcional desde hace más de veinticinco años y al que, como es natural, me une una estrechísima amistad”.
Fue Arquitecto de la Diócesis de Mallorca durante más de 40 años y, cumplidos los 80 años de edad, fue distinguido por el Vaticano con la Cruz pro Ecclesia et Pontifice, un reconocimiento por su labor, tanto como Arquitecto Diocesano como de la Catedral de Mallorca.
Otras distinciones y premios que recibió:
- Premio Sin Barreras del Consell Insular de Mallorca, por el Casal de Sant Pere i Sant Bernat como residencia sacerdotal (Palma, 2009).
- Premio Ciutat de Palma, finalista por la restauración y adaptación del Casal de Sant Pere i Sant Bernat como residencia sacerdotal (Palma, 2002).
- Premio Sa Espigolera, máxima distinción del Ayuntamiento de Llucmajor (2001)
- Premio Ciutat de Palma, primer premio por la restauración del Convento y Claustro de Santa Magdalena (Palma, 1988).
- Obras realizadas ganadas por concurso:
- Colegio de Aparajadores de Baleares (Palma)
- Club Naútico del Arenal (Llucmajor)
Con estas palabras, que constituían también su forma de entender la vida, trasmitió a su familia los valores que continúan guiándonos:
“Mi enfoque en la restauración es el de respetar el legado de las generaciones anteriores. No deseo el protagonismo sino que busco integrar mi aportación con una estética simple que pase desapercibida a favor de la obra protagonista”